Este álbum tiene un par de canciones que la neta, me pegan en los huevos; pero de ese dolor chido, como el de los moretones; en fin, soy de los que de niño se arrancaba las costras.
Cuando conocí a Aztec Camera me encontraba divagando por la red en uno de esos tantos momentos de ocio que tengo gracias a mi empleo (el sr. bendiga mi empleo), lo primero que me llamó la atención es que se hacía referencia a que era contemporáneo del Morrissey solista, pero un poco más feliz. El grupo (al menos durante las sesiones de esta delicia) estaba conformado por Roddy Frame (el Robert Smith de la agrupación, ya saben, no sé por qué coños no se consigue un grupo de acompañamiento y usa su nombre de pila para sacar sus materiales, en fin) Campbell Owens y Dave Mulholland; originado en Suecia este disco salió en mil novecientos ochenta y tantos; por obvias razones (el amor que compartimos por la música) decidí bajarlo y aunque debo reconocer que a la primera, a la segunda, y hasta a la tercera escuchada nada pasó (espero que no les suceda a ustedes) a partir de las siguientes no he podido sacarlo de mi cabeza. La que abre es una delicia llamada "Oblivious" que, si no me equivoco, es el intento por una canción de amor, es una miniobradearte que está llena de matices que van desde guitarras super melódicas y cursis hasta un bajo lleno de funk y coros de ángel, acompañada todo de una letra picarona y a la vez profunda. Es una delicia. Sin duda la mejor del álbum, después "The Boy Wonders" y la super alegre "Walk Out To Winter" donde puedo ubicar hasta un poco de reggae, lo que me hace pensar "AMO EL BAJO, NUNCA SE TIENE DEMASIADO BAJO". El mood disminuye adecuadamente con la super solitaria "The Bugle Sounds Again" y la ardidísima "We could send letters" para luego levantarnos de la mano con el ritmo pegajoso de "Pillar to post" para luego tirarnos con su letra, jaja, divino, como las viejas, jajaja. Luego probablemente la canción más romántica del álbum, "Release", perfecta para un run away con la amada. Lo que más me encanta del disco es la imperiosa necesidad que tienen los 3 cabrones (tenían) para que nada sonara a lo anterior, sin que esto le quite coherencia al álbum. "Down The Dip" me recuerda a lo que harían muchísimos años después Los Libertines de un inicio, ya saben, cuando se llevaban bien. Después de un par de canciones que son lindas, pero que sinceramente no están a la altura de las demás, cierra con una maravilla como "Queen´s tatoos". En fin, en mis oídos es un grandioso disco, por ahí hay un par de canciones que bien podrían hacer el viaje un poco tedioso, pero no las adelanten, es una experiencia compleja, pero super placentera.
Espero les agrade.
Este también ya es mío...
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